Celler Piñol Añada 2024

seguimos la añada en la Terra Alta

Juanjo Galcerà (Celler Piñol)

Les Estingloses en el rodal de Batea

Cuajado de la garnacha blanca

Celler Piñol, Les Estingloses a Batea

viña de 40 años de garnacha blanca de donde proviene el vino l’Ànima de l’Avi Arrufí


Batea / Redacción Barcelona, 5 de junio de 2024

Quedamos en la bodega familiar de Batea que dirige Juanjo Galcerà y nos cuenta que su abuelo Joan Piñol cumple 107 años. Después de una vida llena de dificultades y esfuerzos, Joan puede sentirse satisfecho de los frutos que el trabajo, continuado y mejorado por su hija Josefina y ahora, por su nieto, le ha dado.

Una de las bodegas de referencia no sólo de la Terra Alta, sino también de todo el país, reconocido por la calidad de sus vinos a nivel internacional y avalado por los críticos de más renombre, restauradores y winelovers de aquí y de todas partes.

Mientras vamos hacia el paraje de Less Estigloses en el rodal de Batea, Juanjo desgrana la historia familiar: la vuelta del abuelo al pueblo al ser represaliado por el franquismo (era maestro de la Generalitat y como a la mayoría se les prohibió ejercer ), los duros inicios de ir vendiendo vino por los pueblos, los primeros pequeños camiones cisternas para extender las ventas a otras provincias…

Y así llegamos a 1991 cuando Josefina Piñol, la madre de Juanjo, se hace cargo de la bodega emprendiendo el camino del embotellado y la elaboración de vinos de calidad. En 1994 sale el primer vino: L’Avi Arrufí, uno de los emblemas de la casa de todos estos años. Mientras, Juanjo estudiaba en el IQS y de allí pasó a trabajar en Danone donde aprendió a moverse a nivel internacional hasta que en el 2000 ya se incorpora a la gestión de la Bodega.
Actualmente, la Bodega exporta el 60% a mercados tan exigentes como el americano, el japonés, el suizo o el australiano. De las primeras 2.000 botellas de 1994 a las 450.000 de ahora. Un buen trabajo.

Les Estigloses
En el paraje de Les Estigloses, en las afueras de Batea, la familia lleva un viñedo de 40 años de garnacha blanca. En vaso, con suelos arcillo-calcáreos, tirando al panal típico de la Terra Alta, las cepas tienen la ayuda del riego de apoyo, vital en estos años de sequía extrema que hemos sufrido en todo el país y que todavía sufren la Terra Alta , el Priorat y buena parte de Les Garrigues.
El viñedo, de 1,5 hectáreas, presenta un buen aspecto, con los pámpulos refrescados por los vientos terraltines y un buen cuajado de la uva.
La vendimia hacia primeros de septiembre, todo a mano, con una primera fermentación en inox. y después, una parte seguirá en barrica para elaborar L’Avi Arrufí y la otra, en huevo de hormigón y huevo de granito, para hacer L’Ànima de l’Avi Arrufí, dos expresiones excelentes de la variedad estrella de la Terra Alta.

¿Saber más?
>> web: Celler Piñol
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https://www.instagram.com/cellerpinolp/


Celler Piñol, L’Ànima de l’Avi Arrufí

L’Avi, homenaje al origen.
L’Ànima, un vino de garnacha de uva vieja, elaborado mediante el equilibrio entre la tradición y los procesos de alta tecnología, aprendiendo del pasado y del presente, buscando la excelencia y la diferenciación en este fluido tan propio de su tierra.

>>> Cata de Ànima de l’Avi Arrufí, vino blanco de Celler Piñol en paísdevinos